Plantear que tendría que existir el servicio militar obligatorio, sería ridículo, salvo por la opinión de algun fascista trasnochado.
Pero hace más de veinte años atrás, esto no era tan así, hasta que un pequeño movimiento empezo a denunciar que en los cuarteles militares de la democracia, se torturaba y se mataba.
En 1994, la gota que rebalso el vaso fue la muerte a manos de sus superiores, del conscripto Omar Carrasco, un joven pobre, de mirada inocente y sonrisa amplia.
El FOSMO (Frente Opositor al Servicio Militar Obligatorio) instaló un debate en la sociedad que termino por resolverse quitando la COrre LIMpia BArre, como un deber, so pena de arresto, si la sociedad civil no la cumplía.
En la memoria, las fotografías y cintas de video vhs, están grabados los festivales de aquella lucha, marginales en un comienzo, con punks y heavys agitando en plazas tomadas sin permiso, vociferando por el micrófono la verdad de los locos, esa que quita el velo de los ojos a una sociedad adormecida.
Hoy día, los festivales y actos contra Monsanto son cada vez más concurridos, se vislumbra el comienzo de un movimiento grande, florecen las asambleas ciudadanas que en todo el país cuestionan este modelo económico, sostenido en el monocultivo de comida para chanchos chinos, el envenenamiento del suelo y las personas, el robo de agua, la destrucción de las montañas con explosivos tóxicos y los bosques con fuego.
Estamos en las puertas de una encrucijada, antes de que una nueva gota rebalse el vaso y el precio que tengamos que pagar sea demasiado caro.
Fotografías bajo licencia libre. Creative Commons: Atribución - Compartir por igual - No comercial
Sitio web desarrollado con Spip. Software libre con cariño.